La jeringa AD (autodesactivada) previene la reutilización y, por lo tanto, ayuda a prevenir la transmisión de patógenos transmitidos por la sangre entre pacientes. La jeringa no afecta significativamente la transmisión entre pacientes y trabajadores de la salud atribuible a pinchazos accidentales con agujas, ni presenta un menor riesgo de accidentes en la comunidad cuando se eliminan incorrectamente.